lunes, 27 de febrero de 2012

Un hombre de cierta edad vino a la clínica donde trabajo para curarse una herida en la mano. Tenía bastante prisa, y mientras le curaba le pregunté qué era eso tan urgente que tenía que hacer.
Me dijo que tenía que ir a una residencia de ancianos para desayunar con su mujer que vivía allí . Me contó que llevaba algún tiempo en ese lugar y que tenía un Alzheimer muy avanzado.
Mientras acababa de vendar la herida, le pregunté si ella se alarmaría en caso de que él llegara tarde esa mañana.
-No, me dijo. Ella ya no sabe quién soy. Hace ya casi cinco años que no me reconoce.
Entonces le pregunté extrañado:
-Y si ya no sabe quién es usted, ¿por qué esa necesidad de estar con ella todas las mañanas?
Me sonrió y dándome una palmadita en la mano me dijo: 
-”Ella no sabe quién soy yo, pero yo todavía sé muy bien quién es ella”.
Tuve que contenerme las lágrimas mientras salía y pensé: -”Esa es la clase de amor que quiero para mi vida. El verdadero amor no se reduce a lo físico ni a lo romántico. El verdadero amor es la aceptación de todo lo que el otro es, de lo que ha sido, de lo que será y de lo que ya no es…

1 comentario:

  1. Muy bonito!!
    El AMOR es felicidad, creo en el AMOR por y para toda la vida!

    uN SaLuDo,
    Isabel
    http://dmodaydtendencia.blogspot.com/

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